La importancia de la madera legal
Los delitos forestales suponen un coste de entre 30.000 y 100.000 millones de dólares al año
Parese un momento y piense en todas las personas cuyos medios de vida, historia y futuro giran alrededor de los bosques, que generan la madera que importamos, cerca de 1,6 millones de personas depende directamente de las masas forestales, además otros miles de millones de personas tienen un interés indirecto ya que los árboles absorben y almacenan el dióxido de carbono que contribuye al calentamiento global y al cambio climático.
A nivel mundial, el Pnuma y la Interpol estiman que los delitos forestales suponen un coste de entre 30.000 y 100.000 millones de dólares al año, es decir, entre el 10% y el 30% del comercio mundial de madera.Y
el golpe para las poblaciones locales es doble: cuando los bosques se talan de forma ilegal, no solo se amenazan sus medios de vida y su seguridad alimentaria, sino que los impuestos perdidos por el crimende entre 10.000 y 15.000 millones de dólares anuales y que socavan las redes de asistencia social que podrían ayudar a las víctimas de estos delitos ambientales.
Y con el respaldo de millones de consumidores y sus gobiernos, FLEGT continuará ayudando a los países productores de madera a optimizar sus recursos naturales mediante un comercio internacional y una gestión forestal más justa para mi.
Raíces fuertes contra el cambio climático
Expertos en el papel de los bosques apuestan por dar más protagonismo a las comunidades locales
Los bosques pueden ser un arma importante
en la batalla contra el cambio climático (árboles y plantas almacenan
hasta un 25% del dióxido de carbono que se absorbe de la atmósfera). Cuando se destruyen, talan o queman, ese CO2 es liberado. En ambos casos, son un factor importante
en la lucha. Y a raíz del empujón internacional para atajar las
alteraciones del clima, la conservación de los bosques también ha
saltado a un primer plano hay unos objetivos que cumplir y para llegar a ellos se van
desarrollando programas, asignando fondos, estableciendo mecanismos...
Pero puede que en ocasiones se piense en la copa del árbol sin haberse
asegurado de que hay unas raíces sólidas.
Para conseguir resultados reales contra el cambio climático, tiene que
haber unas condiciones previas", sostiene Jeff Campbell, responsable del mecanismos para bosques y fincas,
un programa de la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO). Esas condiciones son el adecuado
desarrollo económico y social de las comunidades que viven por y
para los bosques, asegurar sus derechos sobre las tierras, aprovechar
sus conocimientos sobre los mismos... En definitiva, todo eso que se
suele resumir en el consabido "poner a las comunidades locales en el
centro".
Uno de esos proyectos por objetivos es el mecanismo internacional REDD+,
esbozado en 2005 en el marco de la convención de Naciones Unidas sobre
el cambio climático. Como señala el informe de 2016 sobre el estado mundial de los bosques de la FAO. Así que la idea es sencilla: si los países en desarrollo consiguen sus
emisiones por la vía de los bosques, los más desarrollados les
compensarán económicamente.
“Hay
un divorcio entre estos mecanismos multilaterales y la realidad”,
Víctor López sostiene que la única manera de reducir las emisiones será
cambiando el
modelo de desarrollo de los países, con todo lo que ello conlleva.
“Porque solamente con dinero e inversiones no se conseguirán avances”,
mantiene
En el caso de REDD+, el programa contempla una complicada fase de
preparación sobre criterios de medición, estrategias, planificación
antes de fijar las metas de emisiones. Esa es la etapa en la que se
encuentra una gran mayoría de países.Y en esta especie de stand-by, hay quien ve una oportunidad para dar un giro al carácter de la iniciativa.
“El programa está diseñado desde arriba hacia abajo: tenemos que darle la vuelta”, opina María Sanz, directora del Centro Vasco para el Cambio Climático
y excoordinadora del REDD+ en FAO. “Porque si no, no avanzamos,
solamente hablamos”. De hecho, el proyecto inicial ya ha dado giros para
incluir otros enfoques más allá de las compensaciones y hay casos de
éxito, en Panama.
Hay
que poner las acciones contra el cambio climático en su contexto
adecuado, que es el del desarrollo sostenible", dice Maria Sanz
Entre las experiencias de distintos países que se han compartido estos
días en la sede de la agencia con motivo del 32º comité forestal y la
Semana Mundial de los Bosques el mensaje es que hay que ir más allá y
permitir que la conciencia de conservación y gestión eche raíces entre
las comunidades para que crezca vigorosa y dé frutos. "Contar con ellas
es la única manera de asegurar efectos positivos para el clima y, sobre
todo, que estos sean sostenibles", ilustra Campbell. "Porque si no,
podemos ir a cualquier sitio y plantar un montón de árboles pero, ¿quién
los cuidará mañana?"
No hay comentarios:
Publicar un comentario